en este hermoso día crucé a un oso el miedo que me tenía tenazado el que me miraba fijamente el latido de mi corazón a todo lo que se rompía me miraba fijamente a los ojos y retrocedía lo mejor que podía sin quitarle los ojos de encima me alejaba cuando estaba fuera de mi vista pasaba por mi cabeza este acontecimiento inesperado que me emocionaba pero tenía miedo sin razón alguna porque él también quería sólo pescado.